martes, 8 de febrero de 2011

Teorema de las páginas pasadas, o de las páginas pesadas. Según se lea.

Me estoy leyendo un libro. Lo juro. La curiosidad profesional me llevó a elegirlo: "Y entonces llegamos al final", de un tipo insultantemete joven, incluso más que yo, llamado Joshua Ferris. En sus páginas se relatan las inquietudes, paranoias y putadas varias que acontecen a los empleados y desempleados de una agencia de publicidad de alguna megacity de EEUU (europeos unidos). Y bien? de bien nada. Demasiados personajes para mi coco, demasiados matices, demasiada psicología previsible... LLevo medio libro y no sé si seguir para ver si de una puñetera vez encuentro algún detalle que me enganche, o dejarlo antes de que las 150 páginas malgastadas se multipliquen por 2. Si me lo termino, podré decir me he leído un libro que no se ha leído ni su autor (y? no sé, pero lo podré decir). Si lo dejo ahora, reconocería que he perdido el tiempo, aceptaría mi derrota, y desconfiaría de mi instonto para elegir buena palabrería. En definitiva, parece que no hay salida. Lo que sí hay, y que resulta todavía más triste, son precedentes.
Me leí "Ángeles y demonios" de un tal Dan Brown (en este caso no podré decir que sólo lo he leído yo). Empecé por saber qué se siente, lo típico, por tontería. Y por no hacer el feo, venga a leer la mierda esa (que sí, que ya me avisaron, que esas cosas sientan mal...). Pero ojo, que luego salió la peli y me dije "no puede ser peor que el libro". Pues toma. Si no había perdido suficientes horas, una cabezadita y dos días de tortícolis.
Me leí La Carta Esférica, de Pérez Reverte. Y vaya, el marinerito tiene su punto chulo-puerto, pero nada más. Creo que hay un gran mérito en escribir taaaaaaantas páginas y que pasen tan pocas cosas. Pero eso sí, esta vez no fui a ver la peli.
Me leí "La Balsa de Piedra" de Saramago. con esfuerzo llegué a la página 100. Cómo no, decidí seguir, pero esta vez lo agradecí. Tengo un recuerdo entrañable de ese libro y de sus personjes. No hace mucho me enteré de que también tiene su peli, pero prefiero dejar las cosas como están. A veces una mala peli cambia la impresión que uno se crea del libro.
Bueno, a lo que voy: me gustaría idear una fórmula matemática por la cual se pudiera tener la certeza de que un libro no te va a gustar después de leer x páginas, o x capítulos, o x horas... En definitiva, el teorema de las páginas p(a/e)sadas. Si alguien me puede ayudar, mi tiempo y yo estaríamos agradecidos.
Es por estas cosas que yo agradezco más un "no vayas a ver..." o un "no te leas...", que un "te recomiendo..." Porque además, puede que lo que a mi me gusta sólo me guste a mi, y sin ánimo de trabalenguas pero con ganas de ripios, me despido hasta el olvido.
Mi saludo preferido.

5 comentarios:

  1. Por favor José Luis, si consigues esa fórmula se generoso y comparte, porque una ya no tiene tiempo para perder con según qué lecturas.
    Bueno, pues eso, qué me voy.

    Hasta luego.

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  2. Recomiendo libros muy rara vez, por eso de que "para gustos los colores", y menos aún si son "gruesos".
    A mi aún me quedan unas páginas de "Los miserables" de Victor Hugo (empecé en verano pero no leo todos los días y lo alterno con otras lecturas, que conste) y me parece un libro extraordinario que recomendaría a todo el mundo. Pero no lo haré.

    Tengo claro que si un libro no me engancha tras veinte o treinta páginas, lo dejo. Me ha pasado con unos cuantos Bestsellers (de esos que veo leer a todo el mundo en el metro: La catedral, Los pilares de la tierra, La sombra del viento...).
    Personalmente pienso que hay muchas lecturas interesantes como para perder el tiempo con libros que no gustan.

    Un saludo.

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  3. Elysa, si consigo esa fórmula y su correspondiente demostración científica, la compartiría... por un módico precio ;)
    Quién sabe, podría ser el principio del fin de los bestsellers...
    gracias por tu comentario

    Sue,tomo nota de Los Miserables. Tuve la suerte de ver el musical (previa clavada) y merece la pena (evidentemente, nada comparable a leer el libro). Por cierto, ¿por qué mucha gente piensa que las obras con más de 100 o 150 años son un tostón? Creo que esta pregunta daría para más de una entradea...
    gracias por la visita.

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  4. No te sé decir a partir de qué página exacta hay que darle oportunidades a un libro, pero lo que sí tengo cada vez más claro es que, tenga la fama que tenga, si en un momento dado llega a hastiarme lo mejor es dejarlo y quedarme al menos con un buen recuerdo, si fuera posible, de las primeras páginas

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  5. Hola Miguel, supongo que soy mucho menos agradecido que tú con según qué los libros...
    muchas gracias por la visita!

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