viernes, 29 de julio de 2011

LETARGO

Hola. Disculpad. Bajé a por el pan y me perdí.
Quiero decir muchas cosas, pero no sé cuáles. Voy a ver...
El otro día sin quererlo ni saberlo, al salir de una casa, me metí en un encierro. Conseguí esquivar a la primera vaquilla, pero lo segundo, ni era una vaquilla, ni conseguí esquivarlo, ni recuerdo lo siguiente. Sólo sé que me caí, o más bien, salté de la cama al intentar evitar al toro torito. Normalmente me despiertan mis hijos, pero aquel día me despertó el suelo con un "traumatismo craneoencefálico leve" y un pómulo que se hinchaba por momentos. Hostia monumental. Fui al congelador, y lo primero que pillé fueron unos "tigres" (los mejillones, no soy tan machote...) y una menestra de verduras. Creo que algún vecino me vió con esas bolsas en la cabeza. Quizás pensó "qué exagerado, a estas horas no hace tanto calor..."

Al día siguiente fuí a Sol y alrededores. Tengo mis dudas de lo que significa ahora la palabra "indignado". El ruido no es proporcional a la fuerza. Las reivindicaciones siguen siendo ambiguas, en algunos casos banales, dispersas... los mensajes siguen buscando la originalidad por encima del efecto. Como mucho, sirven para llenar minutos de telediario o dejar que se luzca algún reportero aventurero... Insisto en mi anterior post: hasta que no se dé a los políticos donde más les duele, nada cambiará...

Al día siguiente muere Amy Bodega, winehouse para los puristas. En su día(*) dediqué unas palabrotas a esta muchacha donde venía a decir "yo, prefiero dejarme un poco de vida para más adelante..." Sus fans acuden a llorarla en lugar de decirla "por qué te matas hija de puta, con lo bien que cantabas y la música tan cojonuda que hacías..."

Después, Noruega y Somalia (no metamos todas las tragedias en el mismo cajón, ni siquiera en un cajón...). No reflexionaré al respecto en este post que pretendía compartir su poquito de guasa cuando empezó... y menos con la demagogia acechando por ahí... y menos, sin estar seguro de que tacto y temple protejan mis palabras...

¿Por qué cuento todo esto? Simplemente, creo que aquel sueño, aquel toro y aquella hostia, tenían que llegar. Hay formas y formas de despertar. El despertador suele recordarte tus obligaciones... Lo que me pasó a mí me dijo "Despierta!! Están pasando cosas y tienes un blog para contarlas a tu manera. a qué esperas..."

Pues eso, que aquí estamos. Prometo que no volverá a pillarme el toro...
Saludos desde la barrera

(*) martes 17 de junio de 2008

Quizás tenía que hacer honor a su apellido ("la casa del vino"), o ser una de las leyendas prematuras que tanto ha idolatrado, o quizás sus excesos alimenten cada campaña de marketing... el caso es que a Amy Winehouse la ha tocado vivir una vida concentrada, como las pastillas de detergente que parecen "chuches". Todo rápido, todo a la vez, todo intenso... Algunos datos: a los 10 años fundó una banda de rap, a los 16 firmó su primer contrato y ahora a los 24 su fortuna (mala y buena) crece por momentos, a estas horas, estimada en unos 15 millones de euros. Su marido, en la cárcel, y ella enganchada a todo aquello que va más allá de los retortijones. En algunos conciertos ha aparecido como parodia de sí misma, incapaz de completar una canción con dignidad, en otros, ni ha aparecido... el caso es que, sinceramente, no la envidio. 
cómo eras tú a los 16? (si es que los tienes, criaturita)
y a los 24? (si tienes más de 15 millones de euros, te has equivocado de blog)
Yo era como ahora, un cachondo. A los 16 sacaba malas notas, pero metía goles, y eso tenía más valor para los 40 buitres que compartían clase conmigo...
A los 24 debía estar a punto de terminar la carrera, que parecía de velocidad y acabó siendo de fondo. Y sí, ya había firmado algún contrato (temporal claro) como comercial tocapelotas demasiado educado para conseguir algo... sólo unos durillos para los findes y algún capricho...
poco después comencé a palabrear en la cosa esta de la publicidad...
Ahora, a mis 35 (ostrás, lo he dicho! que conste que recién cumplidos), quizás he vivido menos que en los 24 de "Ay mi bodega", pero al menos he llegado a los 35 con ganas de cumplir muchos más, haciendo lo que hago habitualmente (no me refiero a pseudofilosofar en este block del notas) viviendo con quien vivo (mujer e hija), y planeando cosas nuevas. En definitiva, (y disculpad el pasteleo existencialista de la parrafada de hoy), excepto algunas borracheras, yo me he dejado casi todo para después de los 24. Y tú?