martes, 13 de septiembre de 2011

remembering martes y suerte

Dice mi psiconciencia que debo creer en aquellos que no mienten. Yo conozco a millones de esos. Sí, ya sé que parecen estár en peligro de extintor, pero yo conozco millones. Grandes, pequeños, atrevidos, sosos... se llaman calendarios, y dicen que hoy es martes y trece. Y bien, como no quiero dar motivos a que este portátil pete para dar vida a la leyenda, me remito a las palabras que escribí allá por el martes 13 de abril de 2010 y que empieza así:

14 de Abril de 2010, ayer empecé a escribir este post:

"Martes y 13. Escribir un post es una de las pocas actividades que no se presta a la supuesta mala suerte.. (salvo que ahora mismo pete este Mac-nífico, que ya veis, no ha sido así). Además, hoy sí sé lo que quiero decir... ahora veremos cómo. Hace unos días me sorprendí escribiendo "no tengo tiempo ni para mirar el reloj", y es verdad. Además, ¿cómo voy a saber qué tiempo tengo si no tengo tiempo para mirar el reloj? Pues sí, así están las cosas. De ahí que este post se haya retrasado tanto, y de ahí que ni siquiera me detenga a pensar lo que escribo. Así que si alguien estaba esperando estas palabras (yo sí), que sirvan de disculpa. Y ahora, os voy a contar mi vida (o el motivo por el cual estas letras han caído en este profundo letargo, "letrargo" que diría el difunto José Luis Coll). De hecho, el motivo es mi vida. Tengo curro, mujer, 2 hijos, y ciertas aspiraciones a las que debo atender para intentar ser algo en la vida (ser alguien lo puede ser cualquiera, ser algo, es más jodido). Además, mi médico me ha dicho que tengo que sacar tiempo para comer, dormir, ir al baño, volver del baño, vestirme, etc, etc,. en fin, que revisando la lista, parece que este blog no es prioritario. Pero sí necesario. De hecho, me permite frenar, mirar un poco atrás, y comprobar que el día da para lo que da. "

Tenía intención de hablar sobre cómo aprovechar el tiempo, y esa obsesión que algunos tenemos de apuntarnos muchas más tareas de las que sabemos que podemos llevar a cabo (lo peor no es que me engañe a mí mismo, sino que no sé que parte de mi es la lista, y cúal es la tonta). Después, petó mi disco duro. Tuve que volver a instalar el sistema operativo y recuperé parte de los archivos. No me había pasado nunca. Ostias, el Martes y 13 existe. No es una leyenda. No es un mito popular que se presta a coñas generalizadas... a mi el martes y 13 me hizo una gran putada de casi 3 horas. De hecho, creo que hay una mano negra empeñada en que muera este blog. He mirado detrás del monitor y no había nadie. En fin, voy a hablar de las supersticiones, a ver si así espanto los malos rollos que pululan por este Mac(abro).

Yo creo que no creo, es decir, que paso del tema. Pero si veo un gato negro y me pasa algo inesperado, me acuerdo del gato. Y eso que yo paso del tema, pero por donde no paso es por debajo de una escalera. Y eso que a mi plin, pero no me mola nada que mi hija abra su paraguas de Hello Kitty en casa, y sé que es un chorrada, pero cuando se cae la sal en la mesa, pongo especial cuidado en que todo esté en su sitio, aunque yo a lo mío. Pero si un martes 13 ves un señor de amarillo con un gato negro en brazos, y pasa por debajo de un andamio para meterse en un portal y abrir su paraguas... tate, piensa que desde ese momento, el mundo es tu enemigo.
Eso sí, es tu problema, a mi plin.

Saludos inciertos